De vez en cuando hay alguien que cuenta: "Y esto me cambió la vida". Haber encontrado a la persona con quien se casó. O haber ganado mucho dinero en la lotería. O haber asistido a un sermón. O haber salvado la vida en un accidente gravísimo.
Casi siempre, en la aparición de lo que consideramos tan decisivo, está la presencia del azar. ¿No es por una concatenación de casualidades por lo que conocimos a nuestra pareja? Piensen en si aquel día no hubieran ido a aquel lugar en el momento preciso en el que se encontraron con él o con ella. Si, acudiendo a una cita poco a poco, con tiempo, no hubieran pasado frente a una administración de lotería; si no hubieran ido a aquel funeral y no hubieran escuchado aquel sermón; si el coche hubiera volcado hacia el otro lado...
El azar modifica nuestra vida. Algunos dicen: "Estaba escrito". Creen en la fatalidad, que es mucho más triste. También los hay que opinan: "El hombre propone y Dios dispone". Qué quieren que les diga. Si hoy me he propuesto presentarme a un examen sin haber estudiado, ¿Dios ha dispuesto que al profesor le dé un cólico y no pueda venir al instituto?
Pido excusas por no creer en el destino ni en la milagrosa providencia.
El azar capaz de cambiar nuestra vida --que actúa cada día, en pequeños hechos que no valoramos, pero que van sumando-- me parece mucho más apasionante. Sí, hay sucesos imprevisibles que revolucionan nuestra vida. Me gustaría explicarles una historia absolutamente cierta que me ha impresionado.
Una niña de cuatro años, del Valle de Oise, marcó el número 18, que es el teléfono de los bomberos franceses. Les manifestó que su madre no se encontraba bien, que había tomado unas pastillas... y que estaba dormida en el sofá. La madre se salvó. Si la niña hubiera estado jugando en casa del vecino, si... etcétera.
La vida de esta mujer, creo, quedará revolucionada. Con una imprevisible y profunda revolución interior.
(JOSEP MARIA ESPINÀS)
1 ¿Cuál de las siguientes frases resume mejor el contenido del texto?
A. Ni el destino ni la divina providencia influyen en nuestras vidas, sino el azar.
B. Lo que nos sucede es que era nuestro destino.
C. Nuestras vidas son fruto de la providencia divina.
2 En el texto se dice: "Hay sucesos imprevisibles que cambian nuestras vidas"
A. Verdadero.
B. Falso.
3 El autor del texto cree en el destino.
A. Verdadero.
B. Falso.
4 Todo lo que nos sucede "estaba escrito", es nuestro destino y no podemos hacer nada por evitarlo.
A. Verdadero
B. Falso
5 A veces, algo que es una simple casualidad puede cambiar nuestras vidas.
A. Verdadero
B. Falso
6 Nosotros mismos, lo que hacemos o dejamos de hacer, somos la causa de lo que nos ocurre en nuestras vidas.
A. Verdadero.
B. Falso.
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